Calle de las Trampas

calle-de-las-trampas

Sinuosa, con trazado en zigzag, que evoca a las calles españolas de” tipología formal, de trazado irregular, orgánico, estrechas, que ceñida a las curvas de nivel, ofrece a lo largo de su corto recorrido, una secuencia de perspectivas cerradas, que producen una gran variedad espacial, a pesar de lo reducido, del tamaño de la ciudad”. Fue habitada por la élite española que vivía en la Villa, cruzando por ella lo más distinguido de la época.

En esta calle nacen o mueren la Cuesta de San Francisco, la Cuesta Míster Owen (Las Monroy), la Cuesta Zaldúa y los callejones de la Broma y San José. Posee una franja plana en el centro, la cual, según la tradición, se construyó cuando la mujer de un personero adquirió zapatos con tacones y solicitó a su esposo – en vista de que los tacones de sus zapatos quedaban aprisionados en los intersticios del empedrado – que le construyera una especie de camino para poder andar con tranquilidad. Su deseo se cumplió y hoy observamos, como sobresale en medio de la calle, desde la cuesta Zaldúa, que conduce hacia el callejón de la Broma o hacia la Plaza de Mercado. Sobresale a demás, en la parte baja de la Cuesta Zaldúa, a ambos costados, como solución de acceso por la topografía a las viviendas, un corredor balcón que se pueden apreciar, en el sur de España.

calle de las trampas6Habíamos advertido con anterioridad, que la calle de Las Trampas, no la atraviesa ninguna cuesta o calle más bien nacen o mueren varias cuestas y callejones en ella. Estas comunican el primer nivel con el Alto del Rosario. Encontramos de occidente a oriente de la calle de Las trampas, la cuesta Míster Owen, como su nombre lo indica, demuestra la influencia de los ingleses era conocida como cuesta de las Monroy; en sus inicios únicamente comunicaba al alto del Rosario, con el centro, en la actualidad a los habitantes del los barrios El Retiro y francisco Núñez Pedroso. Es la más fotografiada y aparece en varias portadas de revistas, folletos y libros. Posee varias gradas y en la parte baja se encuentra el Hotel Colonial, que funcionó en sus inicios con el nombre de hotel Dritz, casi parodiando el nombre de los hoteles Ritz, que eran famosos en su época.

Un poco más adelante hacia la izquierda, nos encontramos con el Callejón de la Broma, que comunica la calle de las trampas, con el parque de las Américas, la zona bancaria y la alcaldía; callejón de gran trascendencia en la historia de la Nueva granada, pues según los cronistas, por este atravesó el pueblo enardecido, seguidor de la causa comunera y de José Antonio Galán. Según la tradición oral, el nombre de esta calle deriva porque en este sitio que era iluminado en las noches por antorchas, los señores aprovechaban, para propasarse con las damas, pellizcándole o cogiéndole los glúteos o el busto; y cuando éstas se lo increpaban, los señores responderían que era una bromita y de ahí su nombre, de Callejón de la Broma.

Continuamos por la calle de Las Trampas; y a la derecha encontramos la Cuesta Zaldúa, comunica el Alto del Rosario con la calle de Las Trampas; lleva el apellido de una gran familia predominante de la Nueva Granada y República de Colombia, en el siglo XIX , como lo fueron los Zaldúa. Esta se denomina Zaldúa, en homenaje a Eloy Zaldúa, quien combatió con el grado de teniente, en la guerra independentista, al lado del Libertador Simón Bolívar.

Tiene una inclinación de unos 40 grados, en piedra; posee a uno de sus lados, algunos escalones y termina en escalera. Resaltan al final de esta, algunas viviendas que han sido restauradas, con los balcones y faroles de la época colonial. Antes de terminar la calle de Las Trampas, encontramos a la izquierda, el Callejón de San José, que conserva el nombre original. Comunica la calle Las Trampas con la antigua Calle Real, hoy del Retiro. Se destaca aún el portón de la antigua caballeriza de la casa de los virreyes, bodegas de almacenamiento, la Tipografía Tolima, la casa Paz Llano y de los consulados. Se encuentra empedrado como la calle de Las Trampas, lo que hace evocar ese pasado glorioso de la época española en la Villa de Honda.

Retomando este paseo, retrocedemos por el callejón de La Broma, para salir a la Plaza de Las Américas, importante en la época, desde sus inicios hasta la actualidad. Aquí se concentraban el pueblo, viajeros y comerciantes. Su nombre se debe a la afluencia de personas provenientes de diferentes puntos del mundo, las cuales arribaban o cruzaban hacia otra ciudad o villa cercana. También se le conoció con el nombre de Plaza Acevedo y Gómez, en honor al Tribuno del Pueblo. En ese período, se encontraba encerrada y poseía un hermoso jardín y en el centro sobresalía el busto de bronce del general Benjamín Herrera. En esta fue fusilado el dirigente liberal del norte del Tolima, señor Virgilio Leiva, en el año 1902, en el transcurso de la guerra de los mil días. En este mismo espacio se situó el Monumento al Chinchorrero, una fuente donada en el año de 1943, por la Junta de mejoras y ornato, al conmemorar la ciudad sus 300 años de erección en Villa; al centro, el busto del doctor Alfonso López Pumarejo descubierto en el año de 1986 al celebrarse los cien años de su nacimiento. A su alrededor se encuentra las residencias de los Estefan, los Valencia Hallan y los Baraya Gaviria, viviendas que poseen balcones cubiertos de 6 módulos, zaguán y escaleras interiores en piedra, para el acceso al segundo a el Banco de Bogotá actualmente. Funcionó por allá en 1932 la oficina de la agencia del Banco de la Republica, la oficina del Banco Alemán Antioqueño y por ende, el Banco Bogotá


Fuente: www.hondatolima.com

 

Translate »